Estas galletas han traspasado fronteras. Se cree que tienen su origen en Europa, posiblemente en Suiza o en el sur de Alemania, alrededor del siglo XI. Te propongo que las prepares ya sea para regalar o para decorar tu mesa.
¡Los detalles siempre suman!
Ingredientes
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300 gramos de harina
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150 gramos de mantequilla
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100 gramos de azúcar moreno
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1 huevo
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2 cucharaditas de jengibre en polvo
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1 cucharadita de canela
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Media cucharadita de nuez moscada
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1 cucharadita de levadura en polvo
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1 pizca de sal
Preparación
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Mezcla bien en un bol la harina, la levadura, el jengibre, la canela, la nuez moscada y una pizca de sal.
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Bate el azúcar con la mantequilla en pomada hasta obtener una mezcla homogénea.
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Incorpora un huevo a este último compuesto.
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Junta con los ingredientes secos, integra bien y amasa con las manos hasta obtener una masa homogénea.
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Forma una bola con la masa, coloca entre dos papeles de horno y estira con un rodillo dejando un grosor de entre 3-5 mm.
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Introduce en la nevera un mínimo de 1 hora.
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Precalienta el horno a 180ºC.
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Corta la masa para hacer las galletas con el molde que más te guste.
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Ve colocando las galletas con espacio suficiente entre ellas en una bandeja de horno forrada con papel vegetal.
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Hornea durante 10-12 minutos, o hasta que veas que justo se van dorando por los bordes.
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Cuando se hayan enfriado, decora las galletas de jengibre con el glaseado.
